"Yo quiero saber, ¿alguna vez viste la
lluvia?", reza el estribillo de una de las canciones preferidas de mi
papá. "Have you ever seen the rain?"
(¡aprieten Suena,
Suena y sale!), es la retórica
(y clásica ) pregunta que da nombre a la canción de Creedence.
Muchas veces se puede ver la lluvia sin verla realmente. Se nos pasa desaparecibida,
como tantas otras cosas, porque estamos ocupados (o pre-ocupados). Quizás
porque es un detalle, o quizás porque lo damos por sentado…
Hay muchas cosas que damos por sentado; y de
repente, en algún momento inesperado, quizás nos damos cuenta, y pensamos: qué
suerte tengo de poder disfrutar esto.
Los asados en familia, esos que se hacen una
vez cada tanto porque somos muchos y vivimos lejos; a veces los doy por
sentado. Y alguna vez veo a Lorenzo jugando con sus primitos, a mi mamá tomando
una copita de ese vino blanco que compra para las tías (y para ella), a mi papá
haciendo el asado abajo del sol, transpirado, manchado de carbón, pero aún así
disfrutando de ese momento y de cocinar para todos… Lo veo y me digo, ¡qué
afortunada soy, por estar compartiendo este momento con mi familia!
Mi papá tiene esa filosofía: vivir el momento.
Para preocuparse siempre hay tiempo, dice. Él sabe disfrutar de los placeres
simples: del aire libre, de su jardín, de encargarse de los asados en familia y
después sentarse y escuchar nuestro aplauso agradecido… Le encanta hacerle
juguetes de madera a Lorenzo; y a veces están jugando y le inventa juguetes con
cualquier cosa: una tapa de gaseosa se convierte en una pelota o unas ramitas
en un arco y flecha. Yo le digo que lo va a malcriar con tantos
regalos, pero la verdad es que es un abuelazo.
Y un gran padre. De esos a los que nunca (por
más años que cumpla) voy a dejar de ir a pedirle consejos cuando necesito que
alguien me diga la verdad cruda, cuando necesito un cable a tierra o una voz
que me acomode las ideas.
Así es mi papá. Y por todo eso, y aunque no me
olvido de decirle lo mucho que lo quiero cuando tengo la oportunidad, voy a
aprovechar el Día del Padre para demostrarle lo grande que es.
Los regalos son sólo otra forma de decirles
cuántos los queremos, ¡y acá tengo algunos para que demostrárselo a nuestros
papás!
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