Compartir, eso es lo importante



Mi mamá dejó de trabajar para dedicarse a la crianza de sus hijos full time. Yo trabajo y Loren va al jardín media jornada. Yo fui al jardín recién a salita de 5 y sólo miraba unos dibujitos a la hora de la merienda: Tom y Jerry, La pantera rosa, He man... ¿Se acuerdan las que rodean mi promedio?

A veces pienso qué distinta es la infancia de Loren de la mía. Porque aunque él también mira la televisión a la hora de la merienda, el tiempo de la tele cada vez se extiende más y es más difícil sacarlo de ahí y lograr que haga otras cosas. Y no es sólo él, sé que así es con los chicos de ahora. De la televisión, a la computadora; ¡y cuán aburridos parecen otros juegos y diversiones al lado de eso! Comparado con las aventuras y la magia que puede dar la tecnología, andar en bicicleta o leer un cuento con la mamá debe parecerles muy poco interesante. Pero hay que mantenernos firmes; al fin y al cabo lo que los chicos quieren es jugar y divertirse, y con insistencia quién dice que no podemos ganarle a los videojuegos, aunque sea por un ratito.

La verdad es que no recuerdo los festejos del Día del Niño cuando era chica. Y me pregunto a veces, mientras me esfuerzo tanto por buscar un plan para ese día, algo que podamos hacer juntos y que lo sorprenda o que sea un descubrimiento, si a él no le pasará lo mismo que a mí algún día, si todo eso no quedará perdido en las memorias de infancia olvidadas. Pero después pienso que eso es lo de menos; lo que importa es que pasemos juntos ese momento y que él disfrute. No hay nada como ver su cara de maravilla y de sorpresa mientras sigue descubriendo el mundo.

Por esa misma razón tampoco reniego de comprarle cosas. Por lo menos, no en estas fechas. Es importante no darles todo lo que quieren, y tratar de hacerles ver que lo que les damos nos cuesta; pero la alegría que siento cuando abre el paquete y ve eso que estuvo deseando y me estuvo pidiendo por tanto tiempo, es incomparable.



Pero más allá de los regalos, de las salidas, y de la televisión y la computadora, siempre lo fundamental, lo que en el fondo todos los niños quieren y necesitan y todos los padres queremos y necesitamos darles, es tiempo compartido. Jugar con eso que se regala, tirarse un rato al piso y ensuciarse y revolcarse, inventar los juegos y las competencias más extrañas. Eso sí lo recuerdo bien, y estoy segura de que Loren también lo va a recordar.

Por eso casi lloro de la emoción cuando una noche mientras lo estaba durmiendo me dijo: Mamá vos sos mi amiga, ¿no? ¿Qué más podría pedir que después de ser su mamá pueda ser su amiga?

Gracias a la vida que existe este tipo de amor. Son una partecita nuestra pero también y sobre todo son ellos, personitas hermosas que se despegan y vuelan al mundo.



Bienvenidos pequeños. Los amamos.
Feliz día del niño todos los días de sus vidas.
Aquí les adjunto algunas sorpresas adelanto con colores.
Mechi.

Desayunos temáticos


 Láminas para colorear + 6 lápices


Bolsas contenedoras de juguetes


Abecedario Imantado

Rompecabezas Imantados

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