Deseo, deseo, que...

"Que tus deseos se hagan realidad", "Deseá muy fuerte, muy fuerte, que cuando menos lo esperás, llega". Estas son frases que escucho desde muy chiquitita y las repito a otros, incluso a mi hijo Lorenzo; Y, muchas veces, para mi. Pero no son solo frases. Creo. Afirmo. Adhiero. Siento. Compruebo. Si deseás, enfocás, sentís, te encaminás, vas en la búsqueda, te comprometés y ponés energía: ¡Sale!
La navidad y el año nuevo son para mi sucesos que me movilizan.

Aunque no lo quiera, aunque evite un poco la "sobre" decoración navideña por anticipado desde el mes de julio, o hayamos propuesto en mi familia que SOLO se regala a los chicos (imposible de lograrlo; siempre salen regalitos y el estres de compras para todos), aunque piense que es un cliché hacer un balance el 31 de Diciembre. Me sucede todo siempre. Pero sobre todo, se sobredimensionan mis deseos, mis metas, mi pensar en dónde estoy parada hoy y dónde empece el año (¡Como el resto de los mortales!) Y, siempre, siempre, termino valorando mucho lo sucedido, mis pasos y los de la gente que me quiere.

Pero pienso y siento, que todo es por algo. No en el mal sentido de justificar injusticias (¡cuak!), pero sí que uno se encamina o desvía de ciertos lugares, según la energía o trabajo o empeño que le ponga a las cosas y deseos.
Querer que las cosas cambien y hacer una lista de prioridades hace que nos enfoquemos en nuestra meta (aunque a veces las cosas no sucedan ya, ni se cumplan nuestros sueños inmediatamente). En algún momento, cuando menos te lo esperas ... BUM ... Sucede ... ¡Splash! Tus deseos, tu dedicación, tu trabajo, tus frustraciones y tus emociones se transforman en algo concreto. Y decís: "¡Qué suerte!". Pero yo agradezco más a nuestra capacidad para soñar, para permitirnos cambiar con errores, para sentir lo que no va y cambiar de caparazón (como los caracoles) porque necesitamos otra casita o techo para protegernos.

Creo en nosotras, en nosotros, en ellos y en ellas. En que podemos lograr nuestros deseos en algún momento. Si lo deseamos mucho, muy adentro.

¡Felices sueños, metas, caminos!

Aquí les dejo mis compañeros de ruta para mis trabajos diarios, organización mensual y anual.
¡Tan necesarios para que los deseos no queden en la nada!




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